El renacer del tren: progreso, conectividad y sostenibilidad en marcha

Este es apenas el comienzo de la revitalización del sistema. Se están poniendo en marcha varios proyectos que fortalecerán la conectividad del país, facilitando el transporte de carga y pasajeros, y promoviendo el desarrollo económico y social.

Destacan entre ellos la primera línea del metro de Bogotá, de la que ya mucho se ha hablado, y que recientemente logró llegar a un avance en obras de 50%.

De la mano del metro está el Regiotram de Occidente, proyecto que sería el primer tren de cercanías 100% eléctrico en Colombia. Este proyecto que beneficiará a más de 130.000 pasajeros diarios reducirá los tiempos de viaje entre Facatativá y Bogotá, de aproximadamente tres horas a menos de 55 minutos.

Este sistema se va a integrar con los sistemas de TransMilenio y el futuro metro.

Por el lado del transporte de carga sobresale la primera APP ferroviaria para robustecer y operar el corredor la Dorada – Chiriguaná. La adjudicación de la concesión está programada para el 3 de abril de 2025, aunque cabe anotar que este proceso ha tenido cuatro aplazamientos hasta la fecha.

Detrás de estos, vienen otros importantes proyectos con diferentes niveles de avance y cada uno con sus bemoles. Está en camino la tercera línea del metro de Medellín, el corredor del Pacífico, el tren de cercanías del Valle, Regiotram del norte, la segunda línea del metro de Bogotá y más.

El renacer del sistema ha traído sus propios retos como la mencionada acumulación de retrasos, recortes presupuestales, disputas políticas, incertidumbre de la continuidad después de 2026, falta de regulación clara, y por supuesto, incertidumbre sobre mecanismos de financiación.

A pesar de esto, la reactivación está en marcha y el sistema ferroviario tiene inmensos impactos positivos. El sistema ferroviario genera reducción en los costos logísticos de entre 5 y 15% y ha significado para los empresarios eficiencia y ahorro en el transporte de sus mercancías. Gracias a este sistema se pueden transportar altísimos volúmenes de carga a costos más bajos.

Además, dadas las condiciones geográficas del país, el transporte férreo ofrece una solución más estable que la carga terrestre. En especial conectando el interior con los puertos, facilitando el comercio internacional.

El tren tiene el potencial para ser el eje del desarrollo económico y social del país trayendo consigo conectividad, eficiencia, competitividad y sostenibilidad real.

Según el informe de gestión 2024 de la ANI, la red férrea es la segunda más relevante en el transporte de mercancías en el país, solo superada por la red vial.

Esto demuestra que Colombia está trabajando para lograr una sinergia entre las redes logísticas. La intermodalidad del transporte genera conexión entre el campo y la ciudad, productores y consumidores, fortalece lazos entre las regiones y genera vida y movimiento en todo el país.

En Colombia el tren dejó de ser algo del pasado y se convirtió en un símbolo de progreso y desarrollo.

Sin embargo, para que todos los elementos mencionados en este artículo funcionen adecuadamente, es necesario contar con reglas de juego claras y uniformes. Un marco jurídico estable garantizaría la sostenibilidad a largo plazo y la seguridad jurídica para los agentes involucrados.

Por ejemplo, la ratificación del Protocolo Ferroviario de Luxemburgo sobre el Convenio de Ciudad del Cabo Relativo a Garantías Internacionales sobre Elementos de Equipo Móvil permitiría acceder a financiamiento respaldado por garantías internacionales. Esto ayudaría a los inversionistas de material rodante a proteger su capital.

Estamos frente a una oportunidad gigante para dar un salto hacia el progreso. Con el tren podemos reducir la inequidad entre el campo y las ciudades, aportar a la sostenibilidad y desarrollar un mercado competitivo y eficiente. Como país tenemos garantizar que la reactivación se mantenga en el tiempo y que el desarrollo no se detenga.