El Consejo Superior de la Judicatura expidió el Acuerdo CSJA24-12243 para regular el uso ético, seguro y responsable de la IA en la Rama Judicial.
Definió la IA como un sistema que genera respuestas y contenidos en lenguaje natural a partir de la información suministrada. También fijó principios clave para su uso, como la primacía de los derechos fundamentales, la no sustitución de la racionalidad humana, la responsabilidad, el uso informado y la supervisión humana.
Uno de los mayores riesgos que plantea la IA es su capacidad para reemplazar, total o parcialmente, al ser humano en actividades cognitivas cotidianas. La rapidez con que la tecnología avanza genera incertidumbre en la sociedad sobre su alcance y las ciencias jurídicas no son ajenas a esta realidad.
Sin embargo, el Derecho no es una fórmula matemática. Las leyes requieren interpretación y las líneas jurisprudenciales evolucionan. Aunque las decisiones judiciales deben basarse en la ley, quienes imparten justicia son seres humanos, sensibles y susceptibles a la persuasión. Sus decisiones se ven influenciadas por sus vivencias, creencias y experiencias previas.
Ningún sistema de IA, por avanzado que sea, podrá replicar la empatía, una cualidad esencial en el ejercicio de la justicia. Entender la angustia de una persona que enfrenta la pérdida de su libertad, el esfuerzo de alguien que está constituyendo una empresa o la frustración de quien atraviesa un proceso de divorcio, es una cualidad propia de seres vivos y totalmente necesaria para desarrollar con éxito la profesión.
La vigencia de los abogados de cara al futuro no excluye la realidad de que la IA es una ayuda fundamental y, utilizada de forma adecuada, una herramienta que permitirá mayor eficiencia en el ejercicio de la profesión. Para ello, los diferentes actores involucrados en los servicios de justicia deben tomar una serie de acciones, donde los principios desarrollados por el CSJ adquieren especial relevancia.
El legislador deberá enfocarse en crear un marco jurídico que reglamente el acceso y uso de la IA, el cual debe estar articulado con la Ley de Protección de Datos y el Código Disciplinario del Abogado. Principalmente, debe haber directrices claras que limiten la oferta, cada vez mayor, de herramientas de IA, asegurándose que las que apoyen los servicios de justicia permitan la trazabilidad de las respuestas, la protección de los datos personales y el respeto por los derechos fundamentales.
Los abogados deben capacitarse en el uso de herramientas IA. El desarrollo de estas tecnologías es una oportunidad única para aumentar la eficiencia en el trabajo, agilizar los tiempos de respuesta y mejorar la calidad técnica en las asesorías que brindan. Igualmente, deben apoyarse en la IA para brindar mayor claridad y simplicidad en sus respuestas. La disciplina cambió y los usuarios de servicios ya no quieren abogados que hablen con términos complejos o super especializados, necesitan seres humanos empáticos, que, desde la humanidad, puedan entender sus problemas, simplificarlos y resolverlos a la mayor brevedad posible de forma correcta.
Por último, los usuarios de servicios de justicia deben entender que la IA es una excelente herramienta para obtener un primer acercamiento a una situación jurídica. Sin embargo, para tomar una decisión o incurrir en una acción, deben consultar un abogado que corrobore la información arrojada y la contraste con las fuentes jurídicas disponibles. De igual forma, deben informarse respecto de las herramientas de IA que consultan, verificar sus fuentes y cuestionar su fiabilidad.
“La información abunda, pero la información útil es escasa. Todo lo que uno puede querer está en internet, pero hay que tener suerte para encontrar lo que se necesita”. Esta frase de Daron Acemoğlu, premio nobel de economía, resume el gran reto que tienen todos los actores involucrados en los servicios de justicia y, en general, la sociedad de cara al futuro con la IA. Sus herramientas se alimentan de información encontrada en internet, junto con gran cantidad de desinformación. Es deber de todos, desechar la información inútil, procesar la información útil y generar nuevo conocimiento que se adapte a las necesidades nuevas que desarrollemos como humanidad.
Contacto: daniel.abril@pralaws.com
Internacionalista con énfasis en Gobierno y Gerencia Pública y estudiante de Octavo semestre de Derecho con mención en Estudios Legales Europeos y Derecho Internacional. Principalmente, apoya a los abogados en la revisión de contratos y en materia de investigación para dar asesoría a clientes nacionales e internacionales en el desarrollo de transacciones transfronterizas, procesos de insolvencia y constitución de garantías mobiliarias.
Contacto: daniel.abril@pralaws.com
Internacionalista con énfasis en Gobierno y Gerencia Pública y estudiante de Octavo semestre de Derecho con mención en Estudios Legales Europeos y Derecho Internacional. Principalmente, apoya a los abogados en la revisión de contratos y en materia de investigación para dar asesoría a clientes nacionales e internacionales en el desarrollo de transacciones transfronterizas, procesos de insolvencia y constitución de garantías mobiliarias.